la danza, un regalo

La danza, Un Regalo para el alma y el cuerpo

Los humanos bailamos por naturaleza, ya que cada paso que damos es el resultado de un sinfín de impulsos que el cerebro manda a cada musculo para que se lleve a cabo un movimiento. Sin darnos cuenta, todos somos parte de un gran baile cotidiano donde la música es propia……..

En el momento que dejamos a un lado nuestros conflictos, transformamos el escenario, sea cual fuere y nos dejamos llevar por la música realizando movimientos no cotidianos, generando sensaciones que nunca habíamos experimentado es “como si estuviéramos en otro mundo” en ese instante somos más de la danza y del movimiento y menos de la rutina y el agotamiento.

En la danza, tomamos un matiz artístico aun que no se sepa bailar pues estamos expresando a través de nuestro cuerpo, y eso le permite una modificación interior.

“la danza es un alivio para el alma, es la mejor manera de expresarnos con el cuerpo a través del movimiento; este es su principal beneficio”.

La danza no es un actividad exclusiva de los profesionales ya que sirve para mantenernos más sanos, mental, emocional y físicamente. Pero como en cualquier actividad física debes conocer qué tipo de baile es el mejor para ti guiándote por lo que tu cuerpo puede soportar y que no.

Con 30 minutos de baile, tres veces por semana, los músculos se fortalecen, la flexibilidad aumenta y facilita la circulación, beneficiando nuestro sistema respiratorio. El contacto con mas personas nos permite fortaleces el sistema inmunológico, corregir la mala postura, moldear el cuerpo al estilizarlo y mejorar la coordinación, el equilibrio y mantiene activas nuestras articulaciones.

Al bailar como una actividad constante, podrás darte cuenta de como ya no es tan fácil tropezar en la calles o que te topes de frente con alguien. Para los niños la danza es una excelente herramienta pues ayuda a la memoria al mantener sus dos hemisferios del cerebro trabajando. En los adultos mayores, ayuda a evitar o controlar la osteoporosis y otras enfermedades degenerativas. Incluso, aquellos  o adultos con alguna discapacidad pueden desarrollar sus habilidades motoras y de socialización.